Cómo reducir el estrés
Maneras simples y comprobadas para que los padres controlen el estrés
Ser padre puede traer consigo una montaña rusa de sentimientos, desde la felicidad y el amor hasta la preocupación y el miedo y viceversa. ¡Es cualquier cosa menos libre de estrés!
El estrés le sucede a todos y es una reacción humana normal. Una pequeña cantidad de estrés puede incluso ser útil en nuestra vida diaria: nos ayuda a concentrarnos y ser productivos. Pero el estrés puede ser dañino cuando es demasiado o dura demasiado tiempo, lo que lleva al agotamiento y al agotamiento.
Muchas de las demandas de la vida pueden causar estrés, como el trabajo, las relaciones y hacer malabarismos con la paternidad. Cuando se siente estresado, puede obstaculizar el manejo de estas demandas y puede afectar todo lo que hace. Puede comenzar a sentirse estresado incluso con las tareas más simples.
¿El primer paso para reducir el estrés? Intenta ser amable contigo mismo. Reconozca que la crianza de los hijos es difícil y que no existe el padre “perfecto”. Tomarse un tiempo para uno mismo no es un lujo, es una necesidad. Cuando nos cuidamos a nosotros mismos, también podemos cuidar mejor a nuestros hijos.
Reconocer los signos del estrés
No podemos evitar el estrés por completo, pero hay formas de evitar que se vuelva abrumador. El estrés afecta a las personas de diferentes maneras. Sentirse abrumado, mayor ansiedad, irritabilidad y fatiga son algunos de los efectos que experimentan las personas.
Trata de reconocer las señales de que necesitas un descanso y toma medidas para detener el estrés antes de que se acumule: una caminata corta, una taza de té o un ejercicio de respiración realmente pueden marcar la diferencia. Al hacerlo, estás ayudando a que tu cuerpo vuelva a estar en equilibrio y evitando que se acumule estrés, lo que puede provocar agotamiento.
Qué hacer si te enfadas
Si alguna vez sientes que te estás enojando, aléjate y tómate 20 segundos para calmarte. Inhala y exhala lentamente 5 veces antes de hablar o moverte. Si puedes, ve a otro lugar durante 5 a 10 minutos para recuperar el control de tus emociones.
¿Qué es el agotamiento?
Una de las consecuencias negativas del estrés acumulado es el agotamiento. El agotamiento es un estado de agotamiento físico, emocional y mental que resulta de la exposición prolongada a factores estresantes o situaciones emocionalmente exigentes. Es agotamiento emocional.
El agotamiento incluye muchos síntomas que pueden ser tanto físicos como emocionales, como:
- Sentirse cansado la mayor parte del tiempo
- Dificultad para dormir o dormir demasiado
- Rendimiento reducido
- Problemas de concentración y memoria
- Incapacidad para tomar decisiones
- Tensión muscular
- Enfermarse con más frecuencia, dolor de cabeza frecuente o malestar estomacal
- Inquietud
- Pérdida de empatía
Si te relacionas con alguno de estos síntomas, podría ser una señal de que puedes estar al borde del agotamiento o de quemarte. Es una señal de que es hora de hacer una pausa, buscar el apoyo de quienes te rodean y concentrarse en el cuidado personal. Si sientes que necesitas más apoyo, no dudes en comunicarte con un profesional que pueda ayudarte a priorizar el cuidado personal y explorar cómo manejar el estrés.
Técnicas de relajación para padres
Tu respiración afecta a todo tu cuerpo. Cuando te sientes estresado o preocupado, tu cuerpo puede ponerse tenso y tu respiración se acelera. Puedes usar técnicas de respiración para ayudarte a calmarte. Puede ser muy útil pasar de dos a tres minutos respirando profundamente un par de veces al día para ayudarte a sentirse tranquilo.
Estos ejercicios se pueden hacer en cualquier lugar, en cualquier momento.
Respiración profunda
Trata de inhalar lenta y profundamente para llenar tus pulmones de aire. Luego exhala lento y completamente. Puedes contar hasta cinco en cada inhalación y exhalación para ayudarte a respirar lentamente. Trata de practicar esto durante dos o tres minutos. Si estás haciendo esto con tus hijos, explícales que cuando inhalan, inflan su barriga suavemente como un globo, y cuando exhalan, el aire sale lentamente del globo nuevamente.
Escucha tu aliento
Puede ser útil escuchar tu respiración a medida que el aire entra y sale. Puedes poner una mano sobre tu estómago y sentir cómo sube y baja con cada respiración. Escucha tu respiración por un rato.
Añadir movimiento suave
Deja caer las manos por debajo de la cintura y mantén las palmas hacia arriba. Levanta lentamente las manos mientras inhalas por la nariz. Detente cuando sus manos estén al nivel de los hombros. Baja lentamente las manos mientras exhala por la boca.
La importancia del cuidado personal
El cuidado personal es cualquier actividad que realizamos intencionalmente con el fin de cuidar nuestra salud mental, emocional y física. Aunque es un concepto simple, es algo que a menudo podemos pasar por alto.
El buen cuidado personal es clave para mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad. Una actividad de cuidado personal puede ser tan simple como tomarse el tiempo para disfrutar de una taza de té, escuchar su música favorita o salir a caminar. Piensa en algunas actividades sencillas que te revitalicen.
El cuidado personal debe ser algo que planifique activamente, en lugar de algo que simplemente sucede. Agrega ciertas actividades a su calendario, anuncia tus planes a los demás para aumentar tu compromiso y busca activamente oportunidades para practicar el cuidado personal. Ve si puedes incorporar actividades de cuidado personal en tu día con el apoyo de quienes te rodean.
¡El cuidado personal es clave para prevenir el agotamiento!
Positividad, resolución de problemas y juego
Cuando te enfrentas a tiempos difíciles, puede ser difícil tener la esperanza de que las cosas puedan mejorar. Pero es importante recordarse a sí mismo que tienes control sobre diferentes aspectos de tu vida y que puedes generar cambios. Cuando nos sentimos esperanzados, nos ayuda a enfocarnos en el cambio, mirar hacia el futuro y buscar activamente soluciones a las dificultades que podamos enfrentar.
Si te enfrentas a un problema, trata de escribir tantas formas de superarlo como puedas. Luego, piensa en los pros y los contras de cada solución y cuáles serían más fáciles de poner en práctica. A veces tendrás que probar más de una solución. Si un problema parece demasiado grande para asumirlo, intenta dividirlo en tareas más pequeñas para que sea más manejable.
Es importante recordar que no estás solo y que otros pueden desempeñar un papel importante para ayudarnos. No esperes para pedir ayuda a otros si te sientes abrumado. Habla con un amigo o familiar que pueda apoyarte. Trata de encontrar formas de incluir a tus hijos en tareas apropiadas para tu edad en el hogar; puede ser una excelente manera de conectarse, ayudar a los niños a desarrollar habilidades y quitarle algo de presión.
Jugar con tus hijos es una forma comprobada de aliviar el estrés. Ya sea jugando, bailando o cantando juntos, cuando disfrutan de momentos divertidos y ríen juntos, tu cuerpo libera endorfinas que promueven una sensación de bienestar. Incluso los períodos cortos de juego pueden ayudar a recordar a los adultos su capacidad para apoyar a tu hijo, así como proporcionar una distracción feliz de cualquier otra cosa que tenga en mente.
No dude en buscar ayuda profesional
Si te resulta difícil sobrellevar la situación, considérate reunirte con un experto capacitado que pueda ayudarte. Tu médico de familia o un consejero deberían poder aconsejarte sobre sus opciones, como el tiempo con un psicólogo que ayuda a las personas a controlar el estrés y establecer hábitos de salud mental positivos.
No tengas miedo de buscar ayuda profesional. Si el estrés está afectando tu vida, entonces es importante obtener ayuda lo antes posible, para que puedas comenzar a sentirte mejor.
Recuerda que los niños admiran a los adultos, por lo que tomar medidas para controlar el estrés es un ejemplo positivo de cómo tus hijos deben cuidarse ahora y en el futuro.
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